Trabuco
¿Se podría afirmar que estamos ante el arma más famosa entre los piratas? Tal vez. La singularidad de los trabucos yace en que cada «disparo» en realidad lanza 10 perdigones al mismo tiempo. Estos perdigones salen despedidos aleatoriamente y con una propagación muy amplia. Cuanto más dispares al enemigo, más daño infligirás.
En las circunstancias adecuadas, los trabucos son las armas más potentes. Con ellos, puedes matar a un pirata de un solo tiro siempre y cuando todos los perdigones den en el blanco. Por ejemplo, puedes pillarlos desprevenidos o aprovecharte si no aciertan al realizar una embestida con sable. Por lo demás, puede que gracias a su falta de precisión te vayan de fábula para acabar con toda una banda de esqueletos a la vez, o también para desatar el caos en un barco en el que tus adversarios no tengan espacio suficiente para ocultarse.
Aunque no supone una gran diferencia, también puedes apuntar con mayor precisión si miras desde el cañón del trabuco en lugar de disparar desde la cadera. Pero ten en cuenta que tarda muchísimo tiempo en recargar, así que si fallas... Bueno, mejor no falles, ¿vale?
Teniendo en cuenta el daño que causan y que a corta distancia pueden hacer retroceder a los enemigos, los trabucos son una opción excelente en las manos y el momento adecuados, pero eso no significa que sean siempre la mejor elección.