En vida, Flameheart y su tripulación eran conocidos como los saqueadores más temibles de todo Sea of Thieves. No juraban lealtad a nadie, ni siquiera al señor de los piratas, y se regocijaban en la emoción de sus muchas batallas en los mares. Cuanto más fuertes fuesen sus rivales, mejor.

Tras su transformación en esqueleto y consiguiente resurrección, el amor por la batalla de Flameheart se ha convertido en una obsesión por la guerra y la conquista que lo consume. Se cree con derecho a gobernar Sea of Thieves y no se detendrá ante nada para imponer su domino y sumir la región en un conflicto eterno. Ya sea desplegando flotas de barcos fantasma, invocando fuertes marítimos de otro reino o azuzando a los Siervos de la Llama (su belicosa facción), la ambición sin límites de este tirano no es algo que ningún pirata deba menospreciar.